La deducción de inversiones, también conocida como depreciación fiscal, es una herramienta que permite a los contribuyentes reducir el monto del ISR que deben pagar
La deducción de inversiones se logra al deducir el costo de adquisición de activos fijos, como maquinaria y equipo, utilizados en su actividad empresarial o profesional.
Esto no se realiza de una sola vez, sino que se distribuye a lo largo del tiempo, calculando la depreciación de estos activos durante su vida útil. En algunos casos, es posible aplicar deducciones inmediatas o aceleradas, lo que permite reducir los impuestos en un periodo más corto.
Marco legal y procedimiento para la deducción de inversiones
De acuerdo con el Artículo 25, fracción IV, de la Ley del ISR, la deducción de inversiones se realiza aplicando al Monto Original de Inversión (MOI) los porcentajes máximos autorizados por ejercicio fiscal. Estos porcentajes están especificados en los artículos 31 al 35 de la misma ley.
Es crucial aplicar correctamente estos porcentajes para evitar errores en el cálculo del ISR. A continuación, se presentan algunos ejemplos de las tasas de deducción autorizadas:
Tipo de Inversión | Tasa |
---|---|
Cargos diferidos | 5% |
Erogaciones en periodos preoperativos | 10% |
Regalías, asistencia técnica y otros gastos diferidos | 15% |
Construcciones | 10% |
Mobiliario y equipo de oficina | 10% |
Embarcaciones | 6% |
Automóviles, autobuses, camiones de carga, tractocamiones, montacargas y remolques | 25% |
Computadoras personales y equipos de cómputo | 30% |
Errores comunes al calcular la deducción de inversiones
Aunque la deducción de inversiones es un proceso bien establecido, es común cometer errores que pueden resultar en sanciones o pérdidas financieras. Aquí te presentamos los errores más comunes y cómo evitarlos:
1. Aplicar porcentajes de deducción incorrectos
Es fundamental revisar la Ley del ISR para asegurarse de que se está aplicando el porcentaje correcto según el tipo de activo. Un error en este cálculo puede llevar a deducciones incorrectas y problemas con la autoridad fiscal.
2. No conservar los comprobantes fiscales
La falta de organización o de un software especializado puede resultar en la pérdida de comprobantes fiscales, lo cual es esencial para respaldar las deducciones. Utiliza sistemas tecnológicos que te permitan gestionar, categorizar y almacenar estos documentos de manera eficiente.
3. Ignorar las últimas disposiciones fiscales
La normativa fiscal cambia constantemente, por lo que es vital mantenerse actualizado con las últimas disposiciones. No hacerlo puede llevar a sanciones, retrasos o errores en la documentación presentada.
Conclusión
La deducción de inversiones es una herramienta poderosa para reducir la carga fiscal, pero requiere una correcta aplicación y conocimiento de la normativa vigente. Evitar los errores comunes y mantenerse informado son claves para aprovechar al máximo esta deducción y cumplir con las obligaciones fiscales sin inconvenientes.