Emitir una factura sin el número de cuenta predial si rentas un inmueble puede parecer un detalle técnico… pero puede costarte caro ante el SAT.
Si rentas un inmueble y emites facturas electrónicas, hay un dato que no puedes pasar por alto: el número de cuenta predial.
Aunque este campo aparece como “opcional” en la estructura técnica del CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet), la ley lo exige de forma obligatoria cuando se trata de arrendamiento. Omitirlo puede convertir tu factura en inválida, y eso te pone en riesgo frente al SAT.
¿Qué dice la ley exactamente sobre las rentas de inmueble?
El Artículo 29 del Código Fiscal de la Federación establece la obligación de cumplir con ciertos requisitos en los comprobantes fiscales. Además, la guía de llenado del SAT es clara:
En cualquier operación de arrendamiento de inmuebles, se debe incluir el número de cuenta predial correspondiente.
Este número identifica de forma única el inmueble rentado y permite al SAT verificar ingresos, cruzar información con registros municipales y evitar operaciones simuladas.
¿Qué pasa si no lo incluyes?
No incluir este dato tiene consecuencias reales:
Para el emisor de la factura que renta el inmueble
- Podría enfrentar sanciones por emitir comprobantes fiscales con errores u omisiones.
- El SAT podría considerar la factura como no válida.
Para el arrendatario (quien paga las rentas del inmueble)
- No podrá deducir ese gasto ante el SAT.
- En caso de una revisión, la factura podría ser rechazada como comprobante fiscal.
¿A quién aplica esta obligación?
Este requisito aplica para todos los contribuyentes que rentan inmuebles, sin importar su régimen fiscal. Ya sea que estés en el Régimen General de Arrendamiento o en el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO), estás obligado a cumplir con este dato.
Un dato que puede marcar la diferencia cuando rentas tu inmueble
El número de cuenta predial no es un simple campo opcional: es una obligación fiscal. Omitirlo puede traerte problemas serios, tanto si eres arrendador como arrendatario.
Asegúrate de incluirlo siempre en tus facturas de arrendamiento. Así evitas sanciones, mantienes tu contabilidad en orden y proteges la deducibilidad de tus gastos.